Por María Angella Fortich Fraija
Para ninguno de nosotros es un secreto que la manera en la que aprovechamos los recursos naturales incide directamente al bienestar social y a la existencia de la misma biodiversidad del planeta Tierra. En la región sur de la Amazonía colombiana las principales actividades productivas son la acuícola, la minería energética, la pecuaria y agrícola, estas están directamente relacionadas con el uso y el manejo de la diversidad biológica, por lo tanto, debemos buscar nuevas actividades que puedan equilibrar el uso que se le hace a estas zonas, por ejemplo, la plantación de árboles.
Cada ecosistema tiene su propia biodiversidad y requieren de un cuidado especial. En Saving The Amazon sembramos una gran diversidad de especies de árboles, si quieres saber sobre el Copazú, Cacao y Moriche te invitamos a dar clic aquí.
Si quieres conocer sobre otras especies que sembramos, acompañanos en este artículo en el que hablaremos de los distintos tipos de árboles que sembramos, sus características y los usos que les dan las comunidades con las que trabajamos.
Aceite María
El aceite María es un árbol que puede llegar a alcanzar de 30 a 35 metros de altura, tiene una copa aparasolada con follaje verde intenso. Su corteza externa de color gris claro a rojo oscuro y su corteza interna hacia la margen de color amarillo quemado a marrón, su interior es un poco más rojiza y llega a ser un poco pegajosa al tacto.
Esta especie, con todos sus colores, tiene diferentes usos, uno de ellos es el uso industrial que se le da al aceite que sale de su corteza y se usa como aromatizante. En la medicina su semilla y exudado se utilizan para enfermedades cutáneas, pero sobre todo su utilidad se conoce en la industria de la construcción en la elaboración de posturas, muebles y molduras.
Sangre Gallina
Es un árbol de tamaño mediano, puede llegar hasta los 20 metros de altura en elevaciones bajas y moderadas. Su corteza es de color gris a rojizo y sus hojas son grandes y puntiagudas.
Los frutos que produce este árbol son de color verde o amarillos y se abren al madurar, revelando grandes semillas rodeadas de un color rojo brillante. El proceso se da idealmente en los trópicos húmedos.
Este árbol tiene propiedades medicinales, ayuda a tratar la hepatitis, el medicamento se hace en la solución de la corteza, se mezcla con agua, se pone a hervir y después se consume frío, durante 30 días.
La Rosa de Monte
Es un pequeño árbol muy notable por sus grandes ramos de flores naranja muy llamativos que nacen directamente de las ramas. Alcanza hasta los 7 metros de altura y las hojas miden hasta 4 metros de largo, antes de madurar son muy pálidas y no producen ningún fruto.
son conocidas en la medicina al momento de estar listas, usualmente, se le utiliza para el control de los dolores menstruales tomando de su corteza en una infusión caliente.
Mirapiranga
La Mirapiranga es un árbol que puede llegar a alcanzar entre 20 y 40 metros de altura, su albura es amarilla y su duramen es rojizo. Al madurar el fruto torna un color verde amarillento y tiende a tener un sabor dulce; cada fruto llega a tener de 1 a 9 semillas.
La madera de esta especie es una de las más conocidas en el mercado porque la usan en la talla de arcos y para la fabricación de artesanías, pero su uso más especial es con el corazón del tronco para elaborar instrumentos musicales para rituales indígenas.
Ingá
Las hojas de la Inga son unas de las más curativas de todo el Amazonas, sus hojas y flores por lo general son de color blanco. Por lo general, dan frutas comestibles, pero esta especie es famosa porque es una de las únicas plantas en el Amazonas que es eficaz y efectiva en la curación de las mordidas de serpientes.
Los árboles son fundamentales para la regeneración de todo el daño que le hacemos a la naturaleza y son esenciales para nuestro desarrollo ambiental. A los árboles se les debe ver como santuarios, como si fueran la vida eterna, o así los describe el escrito alemán Hermann Hesse. Para él eso significaba la fuerza de estar conectado a la naturaleza y de saber que debajo del suelo que pisamos se encuentran millones de ramas tratando de sostenernos.