Una reciente investigación de la Universidad Federal de Pará en Brasil examinó los contenidos estomacales de los peces de agua dulce del río Xingu en Brasil, hallando la evidencia del consumo de partículas de plástico y otros desechos en cada uno de los tres gremios tróficos (herbívoros, omnívoros, carnívoros).
Las pruebas estomacales se aplicaron en 172 especímenes de 16 especies de la Amazonia, y revelaron partículas plásticas en más del 80 % de las especies examinadas, incluyendo el omnívoro Loro Pachu, el herbívoro Dólar de Plata de Azuelo Rojo y la Piraña de Vientre Rojo que se alimenta de carne.
Los especialistas identificaron una docena de polímeros distintos utilizados para fabricar artículos de plástico, incluyendo bolsas, botellas y artes de pesca. La mayoría de los residuos eran negros, rojos, azules, blancas o translúcidas y variaba de partículas de 1 mm a escamas de 15 mm de ancho.
De esta manera, la contaminación en los ríos estaría afectando la vida silvestre del mundo. La razón típicamente aceptada es que las piezas ingresan a los cuerpos de agua de la Amazonía y se degradan en partículas de plástico y micro-plástico que pueden ser ingeridas por los peces.
El proceso puede darse en todas las especies. Los herbívoros suelen confundir piezas de plástico con semillas, frutas y hojas. Por otro lado, los omnívoros pueden ingerir plásticos en las macrófitas; plantas que constituyen gran parte de su alimentación. Mientras que los carnívoros suelen consumir desechos plásticos cuando comen presas contaminadas.
“Fue una triste sorpresa porque en la etapa inicial de nuestra investigación, el objetivo principal era comprender la ecología de la alimentación de los peces, pero cuando comenzamos a analizar los contenidos del estómago, encontramos plástico”, mencionó Tommaso Giarrizzo.
Esta información se suma a los datos generales de contaminación que causa del plástico. La ONU lo califica como “catástrofe ambiental mundial”. Cerca de 13.000.000 toneladas de plástico se filtra al océano cada año. Por ello, ha hecho un llamado para acabar con el “uso excesivo y el aumento del consumo de plásticos de un solo uso”.
Y es que aproximadamente 1 millón de bolsas de plástico se utilizan cada minuto. Una sola bolsa puede tardar unos 1.000 años en degradarse. Ante ello, han surgido diversas opciones ecológicas para dar solución al problema ambiental mundial evitando el uso de bolsas plásticas.
En México, por ejemplo, el 1 de enero de 2020 entró en vigor la prohibición de producir y comercializar bolsas plásticas en Ciudad de México. A la fecha diferentes empresas incluyen en su servicio la posibilidad de adquirir bolsas ecológicas elaboradas de polipropileno, bioplástico, algodón orgánico y otros materiales amigables con el medio ambiente. De igual forma con el uso de las pajitas de plástico, pues se ha concientizado a renunciar a la comodidad de las mismas.